New York marzo 2012 Resumen del viaje y nuevos (re)descubrimientos

¿Qué os cuento del viaje? Fueron 4 días muyyyy condensados que os relato a continuación :). Perdonad la calidad de algunas fotos porque las hice sobre la marcha con el móvil.

Esta vez nos alojamos en el hotel Mela, al ladito de Times Square gracias a una oferta de Travelzoo.com (la página americana, no la española) que os recomiendo. 

Cada vez se va convirtiendo en un pilar más importante de mis visitas a NY.

Por primera vez cena en el Pastis a lo Sex and the City tras llegar a Meatpacking en el taxi de un chico de Tajikistan (acabo de buscarlo en Google). El taxista en cuestión nos dió una vueeeeeltaaa alucinante…para descubrir finalmente que no tenía ni idea de dónde estaba el restaurante…(eso sí, muy agradable y muy fan de Michel Teló, que pensaba que cantaba en español). Menos mal que el paseo por Manhattan por la noche siempre merece la pena.

También por primera vez subí al restaurante The View en el Marriott Marquis para tomar, cómo no, un Cosmopolitan, qué bien lo pasamos… 

Hemos descubierto una gran alternativa al Grimaldi’s que, una vez más estaba llenísimo. Se trata del Ignazio’s, que está bajando la calle de Grimaldi’s en dirección al río y girando a la derecha, enfrente del River Café (os pongo mapa más abajo).
La verdad es que fue un alivio dar con esta pizzería, era la hora de comer, después de todo el paseo por el puente y viendo la cola que había en el Grimaldi’s se nos abrió el cielo, como aquel que dice. Además, francamente, yo he estado en los dos y tampoco encontré mucha diferencia…llamadme hereje. Ah, una cosa, sólo admiten pago en efectivo.

Aprovecho para enseñaros lo que hicimos después, porque me parece que la visita al Brooklyn Bridge Park es imprescindible. Se hacen unas fotos preciosas desde ahí del puente de Brooklyn, aunque esta vez me he quedado un poco decepcionada porque han puesto un tiovivo enorme dentro de una caja de cristal que rompe bastante la vista. También es recomendable visitar una librería maravillosa (The Power House Arena), me encanta. Hay muchos libros de fotografía, diseño, etc. Podéis continuar el paseo por Front St con tiendecitas interesantes y volver fácilmente a Manhattan con el metro en la parada de High St.

Meriendas alucinantes en Magnolia Bakery a cuenta de nuestros queridos Red velvet cupcakes (y los de chocolate llevan lo suyo también…) y Baked by Melissa, una ventanita difícil de encontrar con deliciosos minicupcakes que entran solos a 1$ la pieza (riquísimos, pero entran sin enterarte), pedimos algunos especiales del día de San Patricio. Aviso que el de Soho está en Prince St, no en Broadway, como dice en Google. Es una ventana de venta al público (no un local) al lado de la cafetería que hace esquina con Broadway (café Bari Soho, donde nos dejaron merendar amablemente nuestros minicupcakes). Yo la primera vez que la busqué no llegué a encontrarla porque esperaba encontrarme una pastelería o algo así en la calle Broadway.

Definitivamente los sandwichs de pastrami no me van, los encuentro sobrevalorados, aunque para gustos…al Carnegie Deli sólo a por tarta de queso y chocolate :)).

El musical Spiderman nos encantó, muyyy recomendable por lo espectacular y por la música de los chicos de U2. Las entradas también las compramos con oferta en la página americana de Travelzoo.com. Se recogen en la misma taquilla (opción Will Call al comprar).

Visitamos Williamsburg y sus tiendas el día siguiente de nuestra llegada. Es un barrio curioso y muy trendy, podéis encontrar desde tiendas vintages a las marcas más de moda, con tiendas realmente especiales (no especialmente baratas en muchos casos).

A mi me gusta especialmente una llamada Pinkyotto (204, Bedford Avenue) (no está solamente aquí, podéis ir a las tiendas que tiene en Manhattan) con ¡prendas espectaculares! Mi blazer negro favorito lo compré aquí hace 2 años.

Luego están las tiendecitas famosas de siempre: Beacon’s closet, Miniminimarket (otra de mis favoritas), etc.

Vivimos (o huimos) del día de San Patricio. Todo lleno en Manhattan de gente (mucha chiquillería creo yo) con camisetas verdes. En el hotel nos regalaron una galleta con fórma de trébol y por la noche mucha gente perjudicada por los excesos. Este fue el día que aprovechamos para el ferry de Staten Island para ver la estatua de la Libertad (segunda visita después de 8 años, me hizo ilusión) y cruzar andando el puente de Brooklyn.

Antes de acabar la última cupcake en la terminal del aeropuerto. No es lo mismo ver la foto (no le hace justicia) que disfrutar de cómo se deshace esta maravilla en la boca, jejeje. Da envidia, ¿verdad?